COSTUMBRES

SOBRE LA PEÑA DE LA NOVIA

Según me contaba mi abuelo, el tío Callau (Salvadoret), que era en aquella época conocido como inteligente,  muy buen lector y en manualidades no os quiero ni contar…, que la leyenda de la “Peña de la  Novia”, tenía dos versiones, todas ellas sin tragedia.

1-      A los quintos de Alfondeguilla, cuando se iban a la  mili, les acompañaban los familiares y la novia hasta la peña que hay a la derecha de la carretera que baja de Alfondeguilla a la Vall d’Uixó, que transcurría pegadita al río más estrecho que el hay actualmente, y la carretera (entonces pista). Pues bien, era el lugar ideal para que los familiares se despidiesen del quinto y allí dejaban solos a la novia y el novio para hacer una despedida como bien se merecían. No hace falta explicar que la pareja trabajaría bien su amor, pues sería muy largo el tiempo sin verse. Como veréis no hay tragedia sino cariño y amor. Y por tanto felicidad.

2-      Cuando en Alfondeguilla se casaban , la “Peña de la Novia”, era el lugar donde después de la boda y el convite se iban de viaje de novios a Castellón o Valencia, lo más normal. Era el punto de donde todos los invitados acompañaban a la novia y el novio y allí hacían la despedida dejándoles marchar solos o acompañados por el amigo o familiar más cercano.  El lugar era como he descrito anteriormente.Son dos leyendas no trágicas y simples pero de esto si queremos lo podemos adornar de muchas formas, incluso las podemos hacer trágicas.

MANOLO RODRI.

LA FIESTA DEL CRISTO

El pueblo donde yo he nacido, allá por el año 45, era un pueblo estrecho y largo. Yo vivo por el medio del pueblo, pero cuando yo nací estaba en las afueras, un poco más arriba de mi casa había alguna casa y algunos algarrobos.

Había una carretera y detrás estaba El Calvario y el antiguo cementerio, el recinto estaba lleno de algarrobos y alguna olivera, ese recinto lo empleaban algunos vecinos para hacer carbón, por eso ahora ese barrio se llama El Carbonaire . Yo he conocido hacer las primeras casas, ahora se ha convertido en un gran barrio.

Bueno, a lo que vamos; en las fiestas patronales de octubre se hacía la subida al Calvario, desde las dos parroquias del pueblo se hacían unas procesiones muy grandes pues la gente hacía promesas al Cristo y subían descalzos y con mucha devoción, eran unas fiestas muy emotivas.

Ahora, esas fiestas han cambiado mucho. Ahora se hacen esas fiestas como casi todas las fiestas de todos los barrios del pueblo, que son muchas, principlamente toros; lo que se mantiene igual, es la procesión que ahora se hace por el recinto del barrio y siempre con mucha devoción pues la gente se suele aclamar mucho al Cristo.

Ahora hace unos cuantos años han incorporado a la fiesta la entrada de Jaime I, el día de la Comunidad Valenciana, con una gran cabalgata muy vistosa y bonita. Entra Jaime I con Na Violanat de Hungría y las damas de honor. También los moros y los cristianos y está muy bien.

Rosa Montesinos

Noviembre 2010

LAS FIESTAS DE SAN JOSÉ Y LA SAGRADA FAMILIA

Mi pueblo tenía antiguamente 7 alquerías moras cuando Jaume I los expulsó. Fueron pobladas por los cristianos que vinieron de varios lugares de España. Entonces poco a poco se fueron juntando las alquerías y se formó un pueblo largo y estrecho que separaba un barranco que pasaba por el medio del pueblo. Como en tantos otros pueblos había dos parroquias, la de Dalt y la de Baix.


La de Dalt está dedicada al Santo Ángel Custodio y la de Baix a Nuestra Señora de la Asunción. Estas dos iglesias son las que ahora celebran las fiestas patronales. Las del Ángel se celebran el segundo lunes de octubre dedicadas a la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo del Calvario. Cuando yo era pequeña, allá por los años 50 no estaban las cosas como ahora. Comida había poca pero se guardaba algún pollo y huevos para las fiestas. El lunes de la fiesta todos nos poníamos la mejor ropa para ver la procesión, pues la costumbre era salir por la mañana hacia el paraje de San José donde se encuentra la ermita de la Sagrada Familia, allí se celebra la misa, unos entraban en la ermita y otros nos íbamos a almorzar al río hasta que terminara la misa.

Después se bajaba otra vez al pueblo con la procesión. En la plaza de la iglesia ponían feria. Al día siguiente se hacía como hoy, la procesión del Cristo y se continua las fiestas con toros que aquí son muy populares, conciertos y también el plato típico del pueble: el empedrao, que solemos hacer para esta fiesta. Aquí en este tiempo hay un cocinero que se llama Dominic que lo hace para 1500 personas y se reparte entre la gente que lo quiere comer.


ROSA MONTESINOS

LA FIESTA DE SANT ANTONI

Voy a contar una bonita costumbre de mi pueblo.
El 17 de enero es la fiesta de San Antonio Abad, el patrón de todos los animales. Aquí en mi pueblo, se celebra desde muchos años atrás. Yo lo recuerdo de siempre. Cuando era pequeña subíamos junto a mis padres y también vecinos. Subíamos por el río y por una pequeña senda, que llegaba a la cima de una pequeña montaña, donde se encuentra la ermita dedicada al santo.
Era costumbre subir, oir la misa y el sermón, después el cura bendecía los panes y el vino y luego todo el mundo se ponía a hacer fogatas y se asaba la carne, las morcillas, los chorizos y las longanizas y se iba a la fuente que ponían delante de la ermita a por el vino.
Se pasaba muy bien, pues subía muchísima gente. Ahora las cosas han cambiado bastante: ahora no se puede encender fuego en la montaña y se hace de otra forma.
Suben a la montaña en romería por el paraje de San José. Se celebra la misa, se bendice el pan y el vino y ahora dan bocadillos preparados que da el Ayuntamiento y las Cajas Rurales , clavarios y casas comerciales.
Aunque sigue subiendo muchísima gente, a mi me gustaba más como se hacía antes, pues cuando se asaba la carne en la montaña era una delicia. Era una costumbre muy bonita.

ROSA MONTESINOS CLIMENT



LA FIESTA DE

MI CALLE (Fiesta de Santa Rosa de Lima)

Yo vivo en una calle y cuando era pequeña todos los vecinos nos juntábamos a cenar a la puerta de la casa. Alguien propuso que se podía hacer una fiesta, pero que no hubieran toros, porque en otra calle de arriba se hacían.

 Se pensó en hacer unas banderas colgadas en los balcones y salieron clavarios y clavariesas. Así que en verano, después de cenar, como de costumbre, en la puerta de la calle, nos juntábamos todos los vecinos y hacíamos los adornos que queríamos poner cada uno en su calle. Lo pasábamos muy bien.

Llegaron los días de la fiesta, compraron un toro de carne para pasearlo por todo el recinto de fiestas, después se mataba el toro y se repartía la carne entre los abonados a la fiesta.

La semana de fiestas comenzaba con una gran “cordà”. Después de la “cordà”, todos los vecinos se ponían a arreglar las calles. También se hacían bailes, conciertos de música de la banda del pueblo y concursos de artistas noveles.

Se terminaban las fiestas con una gran pasacalle y la gente se lo pasaba muy bien.

 

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COSTUMBRES

Voy a contar algunas cosas que recuerdo de cuando yo era pequeña.

Soy la más pequeña de tres hermanos. Yo he nací después de la guerra y mis hermanos antes.

Cuando yo era pequeña, no había casi de nada, pero a nuestra manera éramos felices, ya que entonces los niños podíamos jugar en las calles.

Cuando llegaba el verano, todos los vecinos de donde yo vivía, nos íbamos una semana a la playa.

Mi abuelo tenía un caballo y un carro. Recuerdo que cogíamos los colchones y las mantas, las sábanas, cuatro cacharros de cocina, los pollos, los conejos y algún pato, algún bote de leche condensada, un fuet, un bacalao, algunas verduras, arroz, patatas, melones y un carburero.

Cuando llegábamos a la playa, se juntaban todos los vecinos en un serredal de uno de ellos y se ponían a hacer unas barracas con una hierba llamada “senill”que se cría en la playa. Con las mantas y el “senill” se hacían las barracas.

Todos los vecinos se juntaban a las horas de las comidas y las cenas, porque entonces en la playa no había nada, ni luz ni casas. Encendíamos los carbureros y las hogueras, para ahuyentar a los mosquitos.

Lo pasábamos muy bien. No habían coches ni nada y nos divertíamos cantando y bailando todos los vecinos

 

ROSA MONTESINOS