RECUERDOS











EL MERCADO MUNICIPAL

El Mercado Municipal de la Vall d’Uixó se encuentra en la plaza del Mercado, construcción que data desde 1975, aunque se inauguró realmente en septiembre de 1976. El edificio se construyó como una alternativa al antiguo mercado* cuyas instalaciones estaban totalmente obsoletas, por parte del arquitecto R. Gómez Vicent (al menos así consta en el plano situado en la primera planta del edificio).
Hasta el año 1984 no se inció un control adminsitrativo más exhaustivo. Hecho que muestra la ausencia de expedientes de las paradas anteriores a la fecha. En el año 1984 contaba con 51 paradas, algunas de dos puestos, y otras divididas entre dos titulares distintos. Ya en esa fecha había desaparecido las 2 únicas paradas que se encontraban en la segunda planta. En un principio, la Pescadería se ubicó en la primera planta, pero por si habían problemas de olores, se decidió colocarla donde se encuentra en la actualidad, ya que la planta baja se habilitaba para almacenamiento, aunque también se dedica a la venta al por mayor de frutas y verduras.
Con fecha de octubre de 2010 se procedió a la realización de nuevas obras de acondicionamiento y mejora del Mercado y se instaló la climatización en la superficie de venta del Mercado Municipal. 
En octubre de 2014 se ha procedió a realizar una rotulación homogénea y moderna de todas las paradas del Mercado con el consiguiente embellecimiento del mismo. El proyecto fue diseñado y ejecutado por el arquitecto local Jairo Paulo Maireles. Se han incluido obras de "street art" de este artista en la zona de la pescadería y obras de arte.
En octubre de 2015 se han realizado obras de mejora de eficiencia energética del interior del Mercado y se ha modernizado la imagen exterior. Se ha considerado una apuesta por el Mercado Municipal como segunda fase de la primera adecuación, y ha sido diseñada y ejecutada por Jairo Paulo Maireles. 
El Mercado actual y su entorno acaba de ser rehabilitado y adaptado a la nueva normativa de accesibilidad y a las nuevas tendencias comerciales. Consta de un total de 4.000 metros cuadrados, y dos plantas de actividad comercial con todo tipo de productos frescos y un trato por sus vendedores profesional y personalizado.
La primera planta está destinada a la pescadería y congelados, y la segunda planta dispone de establecimientos de fruta y verdura, panadería, droguería, carnicería y charcutería, cafetería, groumet, conservas y otros establecimientos, con un total de 40 paradas. En realidad, actualmente hay 17 paradas, pero hay bastantes que tienen dos o tres puestos. Existen 8 puestos vacantes que, de momento no salen a subasta, desde el año 2012, y otros 10 que se anularon para crear (en un lateral del Mercado) despachos para las O.N.G. y el actual Casal Jove, durante el periodo en que era Alcalde Josep Tur. De ahí la gran diferencia de puestos de 1984 a la actualidad.
La cuota trimestral fluctúa según sea casetas, puesto y dimensiones de los mismos, por lo que es muy variada. Oscila entre 239€ y 690€.
Además, no hay que olvididar el Mercado de venta no sedentaria del viernes, el segundo de la provincia en importancia, con más de 300 paradas, en la que una nutrida y variada muestra de comerciantes atraer a muchos ciudadanos y ciudadanas de la provincia.

* Sobre el antiguo mercado, aquí os dejo unas notas extraidas de las memoria de la gestión municipal

MEMORIA DE GESTIÓN MUNICIPAL año 1951
“El mercado actual es rudimentario, a todas luces y se verifica en la Plaza del Caudillo, provisionalmente, con grandes dificultades por la afluencia de asentadores y compradores, siendo la única construcción fija la de la Pescadería, que fue construida en 1949 como instalación provisional por la cantidad de 7,506,25 pesetas.
Esperan soslayarse tales dificultades con la inauguración del nuevo mercado en construcción. El dia 18 de julio de 1950 y ante el júbilo de la autoridades fue solemnemente bendecida la primera piedra.
Las obras del nuevo mercado, isntalado en amplio solar ycon fáciles accesos, se efectuan por la Dirección General de Regiones Devastadas, a ritmo lento, lo cual no puede evitarse por depender de necesidades económicas de organismo ajeno al ayuntamiento, no puediendo precisarse la fecha de teminación total e inauguración de las instalaciones y puestos, con lo que quedarán los servicios del mismo en forma completa, con las consiguientes comodidades para vendedores y vecindario, con mayor facilidad de controlar la pureza de las mercancías y vigencia de precios.

MEMORIA DE GESTIÓN MUNICIPAL año 1957
“Existe en Vall de Uxó un edificio permanente destinado a mercado y cuya construcción fue la última de las edificaciones levantadas en nuestra ciudad bajo el patrocinio de Regiones Devastadas. Las obras empezaron en 1950 y la terminación total no se alcanzó hasta fines de 1952. el día 5 de enero de 1953 fue inaugurado verificándose las primeras ventas en el recinto.
La construcción del edificio fue una gran mejora para la población por cuanto anteriormente se habilitaba para mercado el espacio de la plaza del Caudillo, con la consiguiente interrupción o dificultad en el tránsito. La importancia de nuestro pueblo requería la instalación de un mercado, situado en sitio céntrico que estuviera dotado de todos los adelantos que las exigencias modernas requieren y gracias a la adopción del Caudillo, de Vall de Uxó, nos fue permitido gozar de esta ventaja inapreciable.
El primitivo proyecto el Mercado tenía amplias ambiciones, pero por causas que no se hicieron públicas, fue desechado. Se construyó, en su lugar, el actual Mercado que para los tiempos en que fue ideado, era bastante capaz y suficiente. Empero en estos últimos años, ha experimentado la ciudad un crecimiento tal, ha tendió una pujanza industrial y agrícola tan insospechada que, en la actualidad está resultando pequeño para las necesidades de la población y se está proyectando la ampliación del mismo con miras a una suficiencia que permita se realicen todas las ventas de manera desahogada sin apreturas de ningún género. Dado el interés del municipio por abordar y solucionar todos aquellos problemas que sean interesantes para Vall de Uxó, no dudamos de que está ampliación, tan necesario será un hecho venturoso dentro de muy corto plazo.
En la actualidad el mercado municipal alberga entre casetas y puestos a 138 vendedores así distribuidos:
CASETAS:
-Tocinería: 6
-Carnicería: 20
-Volatería: 2

PUESTOS:
-Verdura: 96
-Pescado: 14
Ademas de las transacciones que a diario tiene lugar en el mercado existe también un llamado mercado semanal, en las calles adyacentes al edificio, que tiene lugar cada viernes y al que acuden compradores y vendedores de la localidad y de pueblos vecinos.


ELSJOVES DELS ANYS QUARANTA
Els nostres majors de l’Hogar Sagrada Família han estat recordant com ocupaven el seu temps lliure quan eren joves. En primer lloc recorden les hores que treballaven a la fàbrica  o al camp ( unes 10 hores) la qual cosa els deixava poc temps lliure.
Als anys quaranta les xiques tenien l’obligació d’aprendre a cosir i brodar a mà o a màquina, per tal de preparar l’aixovar. Així que totes van assistir a classes a “Les catalanes” o alguna modista que els ensenyava “corte y confección” a cosir i a brodar. Per tant, una part del temps lliure no era tal perquè havien de dedicar-lo a aquest aprenentatge.  Una dona podia no saber llegir o escriure, però no podia defugir l’obligació de cosir i bordar
La resta del temps lliure el dedicaven a passejar, anar al cine o a ballar tant ells com elles.
A l’època, el passeig al nostre poble s’anomenava “la volteta” i consistia en passejar pel centre ( actualment Avinguda Jaume I, plaça de la Pau, Ajuntament) xics i xiques per tal de veure’s. Els xics s’acostaven a la xica que els agradava i, si ella ho consentia, podien acompanyar-la.
A l’època hi havia quatre sales de cine (Espanya, Gran Via, Lis i Calderón) on es projectaven les pel·lícules de moda. D’estiu algunes sales tenien terrassa exterior.
L’afició que la majoria tenia era anar a ballar, es feia ball en alguns locals i sobre tot  a les festes de carrer. Alguns recorden el ball a la Colònia Segarra a les festes de la Mare de Déu dels Desemparats, ocupava des del pont al rellotge. Als locals de ball, les xiques estaven assegudes en una cadira i eren els xics els que les treien a ballar preguntant-li “Balles?”, ella podia acceptar o no. A l’estiu un costum molt arrelat al nostre poble era pujar a Sant Josep a berenar i ballar, costum que es va perllongar en el temps fins els anys setanta.
En festes de Pasqua era costum divertir-se anant a berenar la mona a Sant Josep, al Nogueret, a la Sequieta del Roig...
A l’estiu era costum anar a la mar, el que no tenia caseta on passar l’estiu anava algun dia , en carro, en camió o en cotxe de línia a passar el dia.
Però a la Residència hi ha persones d’altres localitats: Maria és d’Eslida i diu a allí hi havia molt de costum d’anar a les fonts ( que en tenen moltes i amb bona aigua) i a les muntanyes. La seua quinta estava formada de 18 xiques i totes se’n van anar en amo a Borriana o Castelló.
Teresa, que és de Valldalba ens diu que al seu poble també feien ball i ella participava com tots els joves.
Alexandra ens conta que a Minessota ella es divertia anant a la discoteca, llegint, passejant ... A Pasqua la diversió era buscar els ous de Pasqua que els pares els havien amagat, a més de regalets i llepolies. Recorda anar a classe de cosir i brodar al col·legi ( era una assignatura optativa i a ella li agradava).
Respecte als esports que practicaven els nostres majors, Ximo conta que ell jugava a futbol i Alexandra practicava natació.
Tots coincidim en que els joves que foren ells no van tindre les possibilitats que hui en dia tenen, practicar esports no era possible, les diversions eren reduïdes i, el més important, els recursos econòmics de les famílies tampoc permetien fer altres activitats.
Els joves d’ara teniu un ventall de possibilitats d’activitats variades d’acord amb les vostres aficions i aptituds que no teníem en la nostra època. Possibilitats que no hem de deixar perdre.



LA ESCUELA DE NUESTROS MAYORES
Hoy hemos hablado de la escuela en la tertulia del Hogar Sagrada Familia. La mayoría de nuestros mayores fueron poco o nada a la escuela durante su infancia.
Los que son de nuestra localidad, Fina Arnau, Fina Rebollar y Joaquín Marco recuerdan las pocas escuelas públicas que había en nuestro pueblo y los repasos a los que asistían algunos niños previo pago al maestro o maestra (El tío Ramón el curret, el Paeller, …) También mencionan a las monjas clarisas que adoctrinaban exclusivamente a niñas y a las que las familias les pagaban su trabajo con los alimentos de que disponían.
Las escuelas públicas separaban a los alumnos por sexo: así había clases de niños y de niñas
Fina Rebollar recuerda a doña Amelia, esposa de don Salvador Cardells, que le enseñó a leer, escribir y a dibujar.
Fina Arnau recuerda a su primera maestra, doña Paz, muy cariñosa; y a doña Dolores, muy estricta, les pegaba cachetes cuando hacían algo mal. Una y otra daban clase en las escuelas que había en los bajos del Ayuntamiento, situado en la plaza de los Chorros. Fue muy poco tiempo a escuela y después al repaso del Paeller.
Joaquín Marco fue al repaso que el tío Ramón daba en su casa del barrio del Roser, por la noche.
Todos recuerdan que en la plaza de Correos, actualmente Isaac Peral, daba clases de repaso Julio Fuertes, y también que lo que actualmente es el edificio municipal conocido como les Llimeres fue en su tiempo La enseñanza, una escuela púbica.
Andrés Martínez recuerda la escuela de su pueblo, Liétor, donde asistió durante un solo año y aprendió a leer y escribir bajo la tutela de don José y don Francisco.
Amparo es de Nules y nos cuenta que asistió muy poco a la escuela para aprender lo básico.
Nuestras amiga Antonia, originaria de Las Casillas, no asistió al colegio por ser invidente y no disponer de medios para desplazarse. En cambio Luisa Vilar, del mismo pueblo, fue a la escuela , pero según ella aprendió poco o nada.
Pilar Herrero recuerda el nombre de sus maestras, doña Rosa y doña María. En su pueblo había una escuela pública con cuatro clases, dos de chicas y dos de chicos.
Aurora tuvo el privilegio de asistir a un colegio religioso de Santander, las Divinas Pastoras, hasta los 12 años. Recuerda la disciplina y, sobre todo, el patinaje.
Alejandra recibió las primeras enseñanzas en un colegio privado de religiosas, San Esteban, hasta los 12 años . Trasladada la familia a otra localidad, continuó sus estudios en un colegio público hasta los 18 años. Posteriormente estudia en la Universidad Central de Minessota hasta graduarse. Un tiempo después decide realizar estudios de Filología Española. Viene a España para hacer su tesis doctoral y aquí se ha quedado con nosotros. Recuerda que en su primer colegio también se hacía uso del castigo físico.
Ana, nacida en 1930, viene a vivir con su familia a la Vall a los 7 años. No fue a la escuela porque desde esta edad empieza a trabajar de paseadora. Fue su padre quien hizo las funciones de maestro con ella y quien le enseñó todo lo que sabe.
Carmen se ha incorporado hoy a la tertulia y nos ha explicado que fue en Marruecos a un colegio francés hasta los 12 años y que allí aprendió francés y español. A diferencia de los demás recuerda que los niños de ambos sexos asistían juntos a las clases y que nunca se utilizaba el castigo físico.
En la escuela de nuestros mayores se trabajaba mucho la memoria, utilizando muchas veces las canciones para facilitar la fijación de lo que se aprendía: se cantaban las tablas, las oraciones, …
Hemos visto algunas fotos escolares antiguas correspondientes a la escuela de don Francisco Fuertes y de doña Dolores Moliner, así como el edificio del antiguo Ayuntamiento donde estaban situadas las escuelas.
Después hemos analizado cómo ha cambiado afortunadamente el sistema: hoy en día la escolarización es obligatoria hasta los 16 años, no se pueden aplicar castigos físicos, no hay separación de sexos y la interculturalidad ha entrado de lleno en las clases, donde podemos encontrar niños de diferentes culturas integrándose en a nuestra.






OFICIS DESAPAREGUTS: VENEDORS PELS CARRERS DE LA VALL


En les tertúlies de l’Hogar Sagrada Família hem estat recordant la gent que venia pels nostres carrers quan erem xicotets.

- En primer lloc, les pescateres que venien de Moncofa, poble de pescadors. Carregaven la cistella al cap amb el peix i recorrien a peu la distancia que separa Moncofa de la Vall a peu. Després, recorrent els carrers del nostre poble, cridaven “ Lluç, boga, sardineta fresca…” i les dones eixien a comprar-los el peix. Hem llegit un passet que es conta d’una d’aquestes pescateres, dones valentes,  en el llibre “Boira en Pipa, boira en el Castell…” de Ximo Beltrán.
-Un altre personatge que recorria els nostres carrers era el terrer, que amb el seu carro carregat de terreta, anava cridant la seua mercaderia, molt important per a escurar a l’època. Les dones eixien al carrer amb un pot a comprar-li la terreta i ell la mesurava en  un almud, mig almud o un quarteró.
-   L’herbero repartia l’herba, alfalç, pels carrers. Tenia un camp plantat amb l’herba que segava i feia garbes que després venia pels carrers a dos o tres pessetes. La gent la comprava per als  animals que tenien al corral.
-  Juanillo, el cabrer, passava amb les cabres i les munyia davant dels clients que li demanaven la llet.
-   A l’estiu era habitual que passara la mantecaera amb els mantecaos .
-    La Tonica venia cacaus, tramussos , rosquilletes, barquillos …
-   El tio Cabreta passava pels carrers amb el carro i comprava les pells de conill a canvi d’una capseta de mistos.
- El granerer era molt necessari . En sentir-lo, les dones eixien al carrer amb la canya de la granera  vella i ell, assegut al brancal , treia les fulles del palmito o margalló ja seques  del cabasset que portava i amb elles feia la granera lligant-les  a la punta de la canya amb un cordell .
-El llanterner era el personatge que arreglava les cassoles i perols, tapant el foradets que se’ls havien fet a força de l’ús.
-El paraigüer  era qui arreglava els paraigües.
- La carabassera apareixia a la tardor, amb la carabassa torrada o els moniatos.
- El meler venia arrop i talladetes i mel de romer. Portava una cavalleria amb unes sarietes i dins anaven les gerretes amb l’arrop i la mel. Les dones eixien amb un perolet per a que els mesurara la quantitat desitjada.
Eren uns carrers molt animats. Hi havia més personatges que ens haurem deixat per oblit i esperem que no ens ho tinguen en compte.




OFICIS DESAPAREGUTS

Ana  González Silva és una de les usuàries de l’Hogar Sagrada Família de la Vall d’Uixó. Porta en el centre uns mesos i ens ha està contant els treballs que ha realitzat al llarg de la seua vida. Ana és menuda, xarradora i intel·ligent, sociable amb tots els demés i amb ganes de contar la seua vida laboral. Li agrada parlar i escriure.
Quan tenia set anys va ser passejadora, ofici ja desaparegut, ara ho fan les iaies. En aquells anys les passejadores es dedicaven a passejar els xiquets de bolquers al braç, no hi havia carros. Però , com eren tan menudes, deixaven el menut en terra i es posaven a jugar al fendri, a boletes… El crio plorava i s’embrutava de fang perquè els carrers eren de terra, no estaven asfaltats.
Ana en va passejar tres: recorda  el xiquet  de la Caneta i Fina “la Parecida” amb la que ha mantingut molta relació, com si foren família.
A les passejadores els pagaven molt poquet, però els donaven el berenar.
Als tretze anys es va presentar davant de l’amo Segarra a demanar faena, però això és una altra història.
Eren altres temps, tan diferents dels actuals !






CELEBRACIONES (Mayores del Hogar “Sagrada Familia”)





Festividad de Pascua


En Pascua anaven a berenar la mona a "l'era de Moya", "al Anogueret",
a la "Sequieta del Roig", a la "muntanyeta de la Corona" o als "Poalets".
Allí hacían volar la "milotxa" o "catxirul·lo" cantando:
 
“El dia de Pasqua
un xiquet plorava

perquè la milotxa

no se li envolava.

La tarara si, la tarara no.

La tararà mare

que la balle jo”.

Merendaban una "fogasseta" y la mona. La broma era romper el huevo
de la mona en la cabeza de algún amigo diciendo : " Ací me pica, ací me
cou, el dia de Pasqua te trenque l'ou", al tiempo que se golpeaba con el
huevo la frente del amigo o amiga. Algunas veces el huevo no estaba
cocido, nos recuerda Joaquin ; y las risas de todos explotaban viendo
al amigo con los chorreones de huevo.
 
Como pueblo de alfareros, había una pieza que tenían todos los niños de
la Vall, una "pasqualeta", era una pequeña cazuelita de barro para poner
la merienda y que disponía de una saliente para la sal.
 
Verano  

En nuestros pueblo era común salir a la calle por la noche a tomar la
fresca. Mientras los mayores charlaban, los niños jugaban. Al final del
verano solían hacerse farolillos con las sandías pequeñas. Consistía en
vaciar las sandías de su carne roja, perforar con un cuchillo la corteza
haciendo dibujos ( luna, sol, escalera..), colocar en el interior una vela
encendida y unas asas para poder pasearla por la calles cantando:

"El sereno tiene un perro

Que se llama Capitán,

Que a la una de la noche

Se ha comido todo el pan.
Sereno, las once y media"n

Reyes

Era la época en que los niñas y niñas recibían los juguetes y también
tenía sus canciones:
 
"Rei pinzell, la calça cagà i el sombrero vell" (Amparo)

Bautizos

Los niños del pueblo asistían cuando había un bautizo a la puerta de la
iglesia a recoger caramelos e increpaban al padrino cantando para que
éste les tirara caramelos:
"Padrí ronyós, ni ú ni dos, si no tires confitura, es morirà la criatura".

A todos nuestros mayores les gusta recordar su infancia aunque en
algunos casos se la robaron, se les ilumina la cara cuando recuerdan sus
primeros años y de pronto recuerdan una canción de corro y dos o tres
de ellos se ponen a cantar. Eran otros tiempos, mucho más duros que los
actuales, pero son parte de su vida, de nuestra vida.  




L’AUELA MARETA


                                                                                                                               per   per Rosario Peñarroja


"El meu pare contava que a la plaça de l’Assumpció hi havia la boca d’una cova i per allí deien que eixia per la nit una porca amb cinc porquets a pasturar.


Els joves que passaven per la plaça estaven acovardits dels porquets que anaven rossegant-los les espardenyes i els garrons. Un jove més decidit li va pegar una gaiatà a un dels porquets i el va matar.


A la sant demà va aparèixer la uela mareta amb un dit menys, no sabem quin era, si el polze o l’índex.


La gent gran va pensar que la porca era la uela mareta i que era una bruixa i utilitzaren aquesta llegenda per fer por als xiquets i que no s’acostaren a la cova".
 


EL LAVADERO



Yo vivo en la Vall de Uxó pero para mí este es mi pueblo, estoy aquí desde los siete años la Vall es un pueblo acogedor aquí todos tenemos cabida, durante muchos años hemos tenido trabajo y calidad de vida por eso hay tanta gente de habla castellana.

Digo que es un pueblo muy acogedor, porque cuando llegamos de todas las provincias de España, la gente de Vall de Uxó nos acogió con cariño y sobre todo las personas mayores, se esforzaron mucho para hablarnos en castellano, porque como es normal, nosotros no entendiamos el ´´valenciano``.

Eran años de mucha escasez y miseria y no había agua en las casas, y para lavar la ropa teníamos que ir al lavadero, pasaba yo allí las mañanas de los domingos mis hermanas y yo lavando la ropa de toda la familia. Pues solo teníamos dos mudas y había que lavar la ropa de trabajo el domingo para el lunes, puesto que los sábados también trabajábamos. El lavadero público estaba en medio de la calle que viene de la plaza de San Vicente hacia la avenida Corazón de Jesús teníamos que levantarnos a las siete de la mañana para coger los primeros sitios porque más atrás el agua se volvía muy sucia, hacía un frío terrible, ya que el lavadero estaba descubierto por todos los lados solo tenia cubierto el techo. En la parte de atrás había un abrevadero para beber los animales que iban a trabajar al campo con sus dueños, coches habían muy pocos. Lavábamos durante cuatro o cinco horas la ropa de toda la semana y una de nosotras cada vez que teníamos un barreño lleno lo llevaba a casa y allí se tendía dicha ropa, para que se secara.

Los chicos venían a ver a las chicas y se colocaban detrás, ya que al inclinarnos para lavar se nos veían las piernas por detrás, así que buscamos la solución y nos colocamos un delantal delante y otro detrás ya que en esa época pocas mujeres llevaban pantalones.

El lavadero era el telediario porque allí era donde te enterabas de todas las noticias del pueblo (si se habían visto alguna pareja de novios besándose o si fulano iba con mengana en fin todos los cotilleos del pueblo). Pero a pesar de todo lo pasábamos de maravilla contándonos chistes y fantaseando con los chicos que nos casaríamos el día de mañana teníamos muy poco pero éramos felices.

Hoy me doy cuenta de lo poco que necesitábamos para ser felices, y llego a la conclusión que ahora la gente tiene de todo y con abundancia, y no es feliz.



FINAORTEGA (NAIRDA)             FEBRER 2011








LA ROMERÍA DE SAN ANTONIO

El pasado sábado de este mes, se celebró en mi pueblo, La Vall de Uxó, la fiesta de San Antonio Abad, que es el patrón de los animales.
Se celebró una cabalgata por varias calles del pueblo. En primer lugar pasaron los dulzaineros y a continuación los caballos con sus jinetes a la grupa. Seguidamente pasaron las caballerías con sus carros engalanados y a continuación muchísima gente con sus mascotas: perros, gatos, conejos, pájaros, tortugas, una cabra, tres becerros y dos toros de carne muy grandes y algún otro animal exótico.
Salió la cabalgata desde la parte baja del pueblo donde se encuentra la Iglesia de la Asunción, y pasando por diversas calles, buscando el centro del pueblo donde se  encuentra el Ayuntamiento, siguiendo por Correos y buscando las calles de la parte de arriba del pueblo, buscando la Iglesia del Santo Ángel Custodio. Después vuelve a pasar por el centro del pueblo hasta llegar a la Iglesia de la Asunción, donde eL cura bendice a todos los animales y les dan el típico rollo.
Al día siguiente por la mañana, se sube en romería a la ermita del Santo, que se encuentra en la cima de la montaña que lleva su nombre. Allí se lecebra la misa y después el cura bendice los bocadillos que se reparten, junto con el vino, pues ponen una fuente que da el vino.
Es una fiesta bastante popular, donde la gente sube masivamente, y se pasa una mañana muy agradable, pues suben muchos jóvenes y personas mayores con sus amigos.

ROSA MONTESINOS
GENER 2011




VENDEDORES AMBULANTES

En la década de los años 40, diversos vendedores ambulantes venían de distintos pueblos cercanos a vender sus mercancias de todo tipo a la Vall.
El Olivero era un hombre de baja estatura, pelo gris, ondulado, muy cortés; siempre con sombrero de paja, que se quitaba cuando te servía. Anunciaba sus productos cantando con buena voz: -¡Olives, tàperes d'olives; negres, verdes, "trencaes", "xafaetes" ...

El Drapero era un individuo rubio, casi pelirrojo, nariz aguileña, estatura mediana, llenito. Calzaba alpargatas de esparto. Llevaba el carro enganchado a un caballo, los aparejos nuevos con los clavos dorados. Colgado de un varal, tenía un saco de yute donde depositaba las alpargatas viejas. En el otro varal, otra saca servía para los trapos. Con su voz apagada, poco potente, gritaba todo lo que podía anunciando lo que barataba: - ... ¡el drapero; barate draps i espardenyes ...! Por unas alpargatas te barataba un plato para comer. Éste era de piedra o cerámica, que él compraba en Manises y tenía pintado en el centro un pollastre . En esa época solo se comía pollo el día de las fiestas grandes del pueblo: Sant Vicent, Nadal ... Así, cuando las mujeres servían el arroz en ese plato, comentaban: - Hoy comemos arroz con pollastre. En estos años de posguerra se comía arroz con bacalao, arroz con col, empedrao, sardinas de bota, "tollina" ...

Del pueblo de Moncofa lllegaban a la Vall  a vender su pescado las mujeres  de los pescadores. Recorrían los siete kilometros de carretera desde Moncofa y las calles de la Vall andando y con una capçana encima de la cabeza. Es una especie de rollo, hecho de telas. La panereta hecha de caña con dos asas, colocada encima de la capçana. Los peces eran frescos, pescados la noche anterior. Aún se movían. Su indumentaria era la propia de esos años. Los pies y las zapatillas llenas de polvo de la carretera. El regreso a Moncofa era igual, pero sin el peso del pescado.

La tía Marieta vendía pescado. Vivía en la plaza Sant Vicent en el barrio. Su vestimenta era la adecuada en la época: faldón negro, toquilla; el delantal con peto sujeto por dos imperdibles; unos manguitos que hacían juego con el delantal. Para guardar la calderilla se ataba a la cintura una faltriquera. En el carrito que arrastraba llevaba una panereta de mimbre hecha por los cesteros de la Vall. Era planeta tenía dos asas pequeñas, y siempre llevaba varias clases de pescado: boga, sardineta, morralla, sorell, "ratjà" molllets.
En las esquinas paraba y gritaba: -¡Xiquetes, que porte peix fesquet! Las mujeres salían con un plato para llevarse la compra. La balanza para pesar se componía de dos platillos iguales, tres cadenitas enganchadas a cada platillo y el brazo balanza. Algunos llaman a esto peso de cadenas. En un platillo ponían el pescado y en la otra las pesas: 250 gr, 500 gr, 1000 gr. Según lo que cada cual quería comprar. Así hasta que vaciaban la cesta y se marchaba a comer y descansar a casa.

Un vendedor que tenía de mote El Tio Cabra  vendía cacahuetes y tramussos . En el brazo izquierdo llevaba la cesta, que eran dos unidas en el centro por un asa. Dentro llevaba la mesureta que equivalía a 100 gr ; medía el cacahuet y aparte el tramús. Había quien solo quería comprar una cosa. Con papel de estraza hacía una papelina. En la mesureta metía dentro lo que habías comprado. Cobraba un chavo , 10 céntimos por ración.  Así recorría todo el pueblo. En especial cuando hacían bous al carrer. Él, en cuanto encerraban las vaquillas, se metía en el recinto a vender; cuando volvían a soltar los animales, salía del recinto y vendía al otro lado de la barrera.

Otra mujer de la Vall que vendía sus productos iba por la tarde a la salida del colegio de los niños. Llevaba una cesta ovalada con una asa en el centro. Las madres le compraban la merienda. La vendedora gritaba: ¡a la bona valenciana ...! A diez céntimos la pieza.
En invierno, con un frío húmedo que calaba poco a poco hasta los huesos, iba con un carrito a vender calabaza asada al horno. Cada trozo una perra (cinco céntimos) ...¡Carabassa calenteta ...! , ¡Vingau, que si no es gelarà! Así se sacaban unas perrillas.

Los rayos solares apretaban en verano, sus caras enrojecían, el sudor les corría por la frente hasta caer por sus mejillas. Cuando caía la lluvia se embarraban las calles, no estaban asfaltadas. Eran tiempos difíciles. Recorrían varios kilómetros al día y con ganas y esfuerzo superaban las dificultades.

Todos compartían las mismas calles, el cielo y las vistas del paisaje. Estas personas forman parte de la historia de un pueblo, La Vall. En esa década la Vall tenía 9.870 habitantes y el alcalde era D. Juan Aragó Moliner.

Fina Ortega
novembre 2010






PODRÍA SER UN CUENTO DE LA POSGUERRA PERO ES UNA REALIDAD
Dedicado a mi madre

Igual que el cuento de la lechera, que después de hacerse tantas ilusiones, el cántaro con la leche se rompió. Eso le pasó a mi madre en el relato que escribo a continuación.
Eran los años cincuenta, mi madre tenía un gallo y una gallina, que con mucho esfuerzo pudo comprar, pues apenas tenía dinero para dar de comer a todos sus hijos que eran diez.
En ese tiempo había mucha gente que pasaba hambre y falta de toda clase de comodidades, sólo teníamos la ropa que llevábamos puesta, y cuando nuestra madre lavaba esa ropa nos tocaba estar acostados hasta que se secaba.
En casa no teníamos agua corriente, y la ropa se lavaba en un lavadero público.
Allí lavaban todas las mujeres del pueblo, por aquellos años todavía no sabíamos qué era una lavadora.
Ante tantas escaseces mi madre tuvo la idea de, en vez de comerse los huevos que ponía la gallina, guardárselos, y cuando tuvo muchos y la gallina se puso clueca, dejó que la gallina incubara los huevos, (incubar los huevos es igual que los pájaros en los nidos, están las madres dando calor a los huevos, y al cabo de veintiun días los pollitos empiezan a romper el cascarón de los huevos y salen de ellos), son amarillos, preciosos, y muy pequeños y desvalidos pero enseguida aprenden a andar.
Pasado el tiempo empiezan a salirles las plumas y éstas ya son del color que tienen que tener ya de mayores, pues como los pájaros hay una gran variedad en colores.
Mi madre estaba muy contenta pues habían nacido doce polluelos, y como el cuento de la lechera, pensaba vender los pollitos y comprar un conejo y una coneja, para criar conejos y poder venderlos también, porque los conejos crían mucho y tienen muchos conejitos y así podría venderlos y ganar mucho dinero. Con las ganancias pensaba comprar una cerdita pequeña, y criarla hasta que fuera mayor y pudiera tener cerditos, de ellos nos quedaríamos uno lo engordaríamos y sacaríamos jamones, chorizos y morcillas, tendríamos mucha comida, porque como todos sabéis del cerdo se come hasta el rabo. El resto de los cerditos los venderíamos para obtener algun dinero que ayudara a vivir mejor a toda la familia.
Pero un día vio que los pollitos tenían una especie de piojos que tiene los animeles de plumas;
por aquellos tiempos los niños también tenían piojos, y sus madres les rociaban la cabeza con flit y se la tapaban con un pañuelo y al cabo de una hora se la lavaban y se la aclaraban con vinagre, así con el olor del vinagre tardaban más tiempo en volver a tener nuevos piojos. Mi madre pensó: ... rociaré los pollitos con flit y mataré los piojos que tienen. Y dicho y hecho, cogió los pollos de uno en uno y les roció de flit; también les tocó el turno al gallo y a la gallina.
Estaba terminando su tarea, cuando vio que los primeros pollos que había rociado empezaban a dar vueltas y caían al suelo. Mi madre se dio cuenta del error que había cometido y empezó a gritarnos a todos: ¡Venid, venid! , ayudadme a bañar a los pollos a ver si salvamos algunos. Pero no se salvó ninguno, se murieron todos, incluídos gallo y gallina.
Y mi madre lloraba desconsolada exclamando: Dios mío, he traído la ruina a esta casa, y como no paraba de llorar, mi hermano que tenía diez años y yo que tenía ocho, le dijimos: Madre, no te preocupes, que mis hermanos y yo nos pondremos a trabajar y traeremos dinero a casa. Mi madre nos miró con cariño y nos abrazó llorando.
Así fue cómo a tan corta edad nos pusimos a tabajar y aprendimos una lección que nos ha servido para siempre: que no se pueden hacer cuentas con el dinero que puedes ganar, sino con el que ya tienes ganado.


Fina Ortega (Nairda)
Mayo 2010



LA FAMILIA ELS TERREROS 
DE LA VALL


Corría el año 18... en la Vall d'Uxó, la familia Navarro-Salvador vivían de la explotación de unas canteras de terreta para la fabricación de material llamado "caolí" que era como una especie de escayola, cuyo proceso sería más o menos para hacer cacerolas y ollas.
Al mismo tiempo se producía una especie de tierra que servía para fregar o limpliar los cacharros de la cocina (cubiertos, cazuelas, paellas, etc.)
Las primeras canteras estaban situadas en el témino de Vall de Uxó en la partida denominada "Coll de Mena" cerca del frontón. Cuando se vieron con el tiempo transcurrido que estas canteras no eran rentables para la fabricación del "caolí" o escayola, la familia Navarro se dedicó a la fabricación de la 
terreta o tierra para fregar cacharros de cocina.
Este oficio se mantuvo hasta los años setenta.
La tierra se extraía de las montañas de las partidas del "Collao Mena" y frontón, por medio de unas galerías a modo de cuevas. Se sacaba picando y formando galerías, luego se pasaba por unas "cribas" para hacer que la 
terreta se hiciera más fina.
Se iban haciendo varias cribas con el fin de hacer una 
terreta de varias calidades, para poder fregar los cubiertos con terreta muy fina, y la más gruesa para cazuelas, paellas y paellones.
Esta 
terreta se transportaba de las canteras o minas, como también se les llamaba, con carros desde la montaña al pueblo donde se solía vender dicho producto.
La 
terreta, como así le llamaban, se vendía en una forma de medida de madera cuadrada pero en forma piramidal, cuyo nombre que se le daba era "micharmut" el cual tenia su precio según fuera más fina o más tosca o gruesa.
El Sr. Navarro iba por Vall de Uxó y los pueblos colindantes llamando a sus clientas al grito de
¡el Terrero! dones ¡el Terrero! Éstas salían de sus casas para comprar el producto que tanto sacrificio les suponía a la familia Navarro.
Como hemos leído el Sr. Navarro llamaba a sus clientas al grito de "
el Terrero" por tal motivo a él y a todos sus familiares se les ha quedado el apodo o sobrenombre de "Terrero"
En los años setenta aproximadamente aparecieron en el mercado otros productos, como por ejemplo los detergentes, y es cuando terminó la profesión y oficio de 
terrero, pero no el apodo a toda la familia Navarro, que aún siguen con su apodo.

Manolo "Rodri"

06 de mayo de 2010.