Hoy
hemos celebrado una de las sesiones de las tertulias más emotivas
que recordamos. La sesión comenzó con una lectura sobre la
felicidad y su necesaria prioridad, un texto aportado por Juan Ayuso
y Rosario Benavent.
Después,
empezamos a hablar de la vejez. Habíamos leído tres textos para
hablar sobre los mayores: una leyenda japonesa que hablaba de la
importancia de utilizar los conocimientos que nos da la vejez, un
artículo que reflejaba el envejecimiento de la población española
y unos textos que nos ilustraban como vivían las personas en la Vall
d'Uixó de hace 50 años. Estas lecturas nos plantearon una pregunta
que guió el debate: ¿cómo seran los jóvenes de nuestra tertulia
cuando tengan la edad de los mayores? Para ello planteamos
abiertamente esta cuestión y cada uno de los jóvenes fueron
contestando. Casi todos se veían con 80 años de una forma parecida,
con su familia, con hijos e hijas y nietos y nietas, cuidándolos y
disfrutando de un merecido descanso después de una vida de
sacrificios pero satisfactoria.
Hecha
esta ronda le tocó el turno a los mayores a los cuales les
preguntamos por cómo vivían su vejez y qué hechos les habían
influido, especialmente la de aquellos que estaban de residentes en
el Hogar Sagrada Familia.
Aquí
llegaron los momentos de máxima emoción, pues cada uno nos contaba
una parte de su historia y procuraba después formular un consejo que
le daba a los jóvenes.
ALEJANDRA:
“Quisiera transmitirles la importancia de la familia, no
olvidarles, compartir con los familiares las experiencias porque un
día ya no estarán con nosotros”.
(Alejandra
nos ha contado que su madre murió hace dos años y ella no estaba
cerca, así que ahora la recuerda cada día)
LUIS:
“Quiero transmitirles que el comportamiento es importante, con el
ejemplo transmitimos buenas conductas y hay que desechar las que no
nos sirven como la soledad, la indiferencia... Lo bueno que cada uno
tiene, lo hemos de tener en cuenta”.
FINA
REBOLLAR:
“El amor es lo más importante, ayudarnos unos a otros en lo que
podamos… La familia es importante”.
TERESA:
“Quiero decirles que estudien y aprendan y que sepan lo que han de
hacer personas
de bien”.
FINA
Y ANTONIA:
Dicen que lo más importante es ser buena persona.
XIMO:
“Quiero expresar el valor del esfuerzo y el trabajo, que si quieren
trabajar que lo busquen”.
AURORA:
“Deseo que sean felices”.
MANOLITA:
“Quiero que estudiéis una carrera y que intentéis ser felices y
que tomen los valores de sus padres”.
ANA:
“Creo que deberíais seleccionar los medios de comunicación que
utilizáis, los móviles, las series de TV, los ordenadores…algunas
de las cosas no os enseñan nada bueno, sólo violencia y cosas
malas. Además debéis estudiar”.
Todos
los mayores tenían historias interesantes, en algunos momentos
alegres y en muchos otros tristes. Esta transmisión de experiencias
nos sirvió para situar una realidad como la vejez en la justa medida
dentro de una sociedad muy exigente con las necesidades de los
jóvenes y que oculta la vejez y la experiencia pues no la consideran
un valor.
Acabada
la exposición en la sala se percibía una certeza y una pregunta.
Todos teníamos claro que si a nuestros mayores se les hubiese
preguntado en su juventud por su vejez, habrían contestado con
situaciones parecidas a las que se imaginaban los jóvenes. Y también
todos nos preguntábamos que si la vejez de nuestros jóvenes se
parecería a la de los mayores o sería diferente. Por supuesto no
podemos responder la pregunta de manera inmediata, deberán pasar al
menos cincuenta años para poder obtener una respuesta.
Despedimos
la última sesión del año con unos turrones y con la intención de
reencontrarnos en enero con las pilas cargadas y con la intención de
seguir aprendiendo de esta increíble experiencia.
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